martes, 7 de agosto de 2018

RECONVERSIÓN MONETARIA – EL JUEGO ESTÁ TRANCADO


En el argot, del juego de dominó, la partida está trancada, y la cochina la tiene la oposición. Como sabemos, el dominó es un juego de equipo. La pareja debe entenderse. Cada jugador, debe seguir y contar las piedras que juegan, tanto los adversarios, como el compañero. El régimen, y su pareja, el chavismo, los pocos que aún quedan, están coordinados y claros. Por el lado de la oposición, la MUD (ahora Frente Amplio) “juega sólo para ellos”, movidos por sus intereses particulares; mientras que su compañero, la inmensa mayoría de los venezolanos, jugó como debe ser, en equipo. Prueba de ello, es que, masivamente, votamos en las elecciones parlamentarias de 2015, llevando a la Asamblea Nacional una mayoría absoluta que pudo significar la salida de la pesadilla que vivimos. A pesar de que el año 2016 se perdió en la nada, la inmensa mayoría de los venezolanos, continuó su juego en equipo, y participó masivamente en las protestas que pusieron en jaque al régimen en 2017, y en el plebiscito convocado en Julio convocado por dicha institución. Hasta allí llegó el juego el juego en equipo. La inmensa mayoría de los venezolanos, ya no quiere continuar con la MUD como compañero, y se dedica sólo a “poner piedras”. El régimen, lo que “levanta es puro dobles”, pero el juego individualista de la MUD, le ha permitido ganar y ganar, y está a punto de ganar definitivamente. A mi entender, ésta sea la última mano.
Veamos, porqué. Según el artículo publicado por Prodavinci, titulado ¿Qué dijo y no dijo Maduro sobre las medidas económicas?, escrito por por Asdrúbal Oliveros y Guillermo Arcay, y publicado el 26 de julio de 2018, el plan consta de 6 aristas que se pueden resumir en:
1.       Reconversión monetaria de 1:100.000 entre el bolívar soberano y el bolívar fuerte,
2.       Eliminación de aranceles para agro-insumos y bienes de capital,
3.       Flexibilización de la ley de ilícitos cambiarios,
4.       Anuncio de un supuesto “anclaje de la moneda al petro”,
5.       Inclusión de las reservas petroleras del bloque Ayacucho II de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) dentro de los activos contables del BCV y
6.       Expansión de las facultades del Carnet de la Patria como instrumento para un censo del parque automotor venezolano y un posible subsidio focalizado a la gasolina.
He sostenido, que nos enfrentamos a un problema político, no económico ni social. El primero, se manifiesta en los otros. Considero un error de diagnóstico, evaluar las decisiones económicas del régimen, sólo desde la perspectiva económica. Su evaluación debe partir de lo político, pues es desde esa arista que se toman las decisiones en el régimen. Así que, para solucionar lo social y económico, debe resolverse primero lo político.
Desde el enfoque político, analizar las decisiones del régimen en materia económica, no requiere de números y cálculos, requiere análisis teórico, es decir, analizar qué es lo que realmente persigue el régimen con esas decisiones, según su planificación en instaurar un régimen socialista, lo cual ha sido desestimado por la oposición política, economistas y muchos venezolanos.
Las seis medidas anunciadas, están íntimamente ligadas, y constituyen la piedra que tranca el juego. Con la reconversión monetaria, se persigue facilitar el manejo del efectivo. Reducir la cantidad de billetes que manejan las personas para realizar sus transacciones comerciales. Per se, esto no es malo. De hecho, considero que es la única medida sobre la cual se podría hacer un análisis aislado.
En las cinco siguientes, es que se encuentra la sustancia del asunto. El anclaje de la moneda al petro, la eliminación de aranceles para agro-insumos y bienes de capital, la Flexibilización de la ley de ilícitos cambiarios, y la inclusión de las reservas petroleras del bloque Ayacucho II de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) dentro de los activos contables del BCV  y forman parte de un mismo objetivo. Según el artículo citado, la flexibilización de la ley de ilícitos cambiarios, está vinculada a una supuesta exigencia de China para otorgar un nuevo crédito. Creo que es muy simple la conclusión: no habrá ninguna liberación. Todo lo que se quiera importar, será sólo desde China, olvídense del dólar como moneda para importar. Y si a esto le agregamos que, el imperio sancionará a todo aquel que negocie con petros, pues dos más dos es cuatro, Sólo podrá importarse desde China, utilizando el petro como medio de intercambio, y regalando la riqueza no explotada a ese país. He allí la inclusión de las reservas petroleras del bloque Ayacucho II de la FPO como activo contable del BCV.
¿En serio no lo ven? Debemos dejarnos de pajuatadas, al régimen poco le importan los aspectos legales, constitucionales, económicos, o sociales, hace lo que le convenga y punto, siempre lo ha hecho. Ya la ANC, tomó el sartén por el mango y está terminando de rematar, a punto de colocar con fuerza la piedra que tranca el juego, ¿es que no ven la sonrisa perversa de aquel que está seguro de que ganará la partida?
La guinda de la torta está en la última medida anunciada: expansión de las facultades del Carnet de la Patria como instrumento para un censo del parque automotor venezolano y un ¿posible? subsidio focalizado a la gasolina. Para los que dudaban qué pasaría con el precio de la gasolina, aquí está la respuesta: aumentará drásticamente, no sé si a precios internacionales, pero la llevarán, al menos, a 1 BsS, o sea, Bs 100.000 o Bs 100.000.000. Y pues, como el régimen no da puntada sin dedal, anuncia un subsidio que puede que lo den, o puede que no lo den. Lo que sí harán es exigir el carnet de la patria para comprar gasolina.
Si bien las primeras cinco medidas constituyen la intención de trancar el juego, el último aspecto constituye la piedra con la que se tranca, pues será la llave que cerrará el candado del control social, y la instauración definitiva del Estado Comunal. Es bueno recordar, que por allí quedó completica, la Constitución socialista que fue rechazada en referéndum en el año 2007. Por favor, no me digan que es ilegal, inconstitucional o cualquier otra pajuatada de esas. El régimen manda desde una institución fraudulenta que funciona. Y tampoco espero una reacción del país, que saldrán a la calle a tumbar al régimen, eso no sucederá. La mayoría está sumergida en la crisis, tratando de nadar hacia arriba para no ahogarse, cuando lo que debe hacer es hundirse más para liberarse de las manos que lo sujetan por los pies ¿Y la MUD o Frente Amplio?, sentada sobre sus hombros, aupándola para que siga nadando hacia arriba, y cada vez que quiere nadar hacia abajo, ellos siembran desesperanza.
En conclusión, mi mayor temor parece que sucederá, el régimen terminará de aislarse, apadrinado por China, quizá sea el fin del éxodo, y cierren las puertas. Basta leer un poco la experiencia internacional al respecto, en especial, Cuba. El control social  estará perfeccionado como tarjeta de racionamiento. Será el inicio de la V República, la verdadera; la implantación del Estado Comunal, y con ello, la desaparición de la propiedad privada y de todo lo privado. Se terminarán de perder las libertades. Nuestros hijos, ya no serán nuestros hijos, serán de la patria. El fin del caos organizado, y el inicio de la República Socialista de Venezuela ¡Trancado!, a contar piedras…
Amanecerá y veremos…

jueves, 24 de mayo de 2018

Cristo Comunista…Una falacia Apostásica


No se dejen engañar de ninguna manera. Primero tiene que producirse la apostasía y aparecer el adversario de la religión, el instrumento de la perdición, el rebelde que se pone por encima de todo lo que es considerado divino y sagrado, que incluso pondrá su trono en el templo de Dios para mostrar que él es Dios.
2Tes 2, 3-4

Quise iniciar esta reflexión, con estos versículos de la Segunda Carta de Pablo a los Tesalonicenses, para que entendamos el contexto del artículo de Orlando Avendaño titulado Por qué Cristo fue el primer gran comunista, un elogio idólatra al filósofo español Antonio Escohotado.
En un tuit, el filósofo venezolano, Erik Del Bufalo, afirmó que esos versículos, constituyen la descripción más exacta del anticristo, considerando el comunismo como su personificación. Ciertamente, el marxismo y sus derivados, especialmente el progresismo que se apoderó de Europa, sembraron la semilla de la apostasía, y rindió fruto. Basta ver cómo ha crecido la población atea.  Otro logro del progresismo, es que se apropiaron de la palabra liberal, y lo hicieron sin ninguna oposición. Es así, como encuentras que el Partido Liberal colombiano pertenece a la Internacional Socialista…Bizarro. Utilizo este americanismo porque es la palabra que mejor describe este hecho.
Volviendo a los versículos citados, la apostasía se nutre de la intelectualidad. Y desde ella, establecen verdades falsas, que parten de una lectura fundamentalista de la Biblia, Palabra de Dios. El título es una evidencia de ello. Lo curioso, es que el artículo comienza con esta afirmación: Algunos acuden a distorsiones de la historia para tratar de legitimar ideas. Justamente lo que hace Escohotado, y el mismo Orlando, cuando distorsionan el mensaje de la Palabra de Dios. Curiosamente, utiliza el término fundamentalismo, ¿estará enterado que Escohotado en su análisis demuestra ser un fundamentalista?, ¿sabe Orlando qué es el fundamentalismo?
El artículo, está lleno de interpretaciones literales, y conclusiones que no son más que presunciones. Asegura que el comunismo, sí se pudiese asegurar, y con mayor exactitud, que sus vínculos con los orígenes del cristianismo son mucho más sólidos. Esto es una falacia. En los evangelios no existe ningún vínculo, nada que lo ate al comunismo.


Jesús y el Colectivismo
Jesús no era colectivista, y mucho menos, comunista. Su enseñanza así lo dice. Jesús vino a perdonar y ofrecer la salvación a cada uno de nosotros. Con su muerte en la cruz, nos otorgó el perdón por el pecado original, y con su predicación, nos enseñó el camino de la salvación. Ese camino es Él, el Verbo hecho carne (Jn 1,14). No crean que he venido para suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer, sino para traer lo definitivo (Mt 5,17), estableciendo  una  nueva ley, la de la Libertad Perfecta, eso que denominamos Libre Albedrío: la potestad de obrar por reflexión y elección sometido a sus mandamientos “voluntariamente”. Ahora, ¿cómo se ejerce esa libertad?, ¿se ejerce como colectivo? La respuesta es NO. La libertad, sólo puede ser ejercida desde la individualidad. Es obvio que nuestra actuación afecta a la sociedad, positiva o negativamente. Es allí donde entran en juego la responsabilidad y la moralidad. Los límites al ejercicio de la libertad, tienen dos fuentes: las reglas de convivencia y las reglas de la conciencia.
Las reglas de convivencia, se encuentran en el marco jurídico de toda sociedad. Son establecidas por el Estado, y que, si es violada, conduce a la suspensión de la libertad de tránsito por un tiempo determinado, es decir, encierro en algún recinto destinado para ello, incluso, en algunas sociedades, puede costar la vida. Las reglas de la conciencia, se aprenden, y se transmiten de generación en generación, y son estrictamente individuales. Llega un momento, en el que el individuo establece su propio patrón. Este patrón al que responde el individuo, es la moral, por la cual, el acto de un individuo, que para él sea bueno, puede que para otro sea malo ¿Y de qué depende la moral?
El Diccionario de la Real Academia Española (RAE), plantea diversas acepciones para definir la moral, de ellas, la siguiente se adapta perfectamente a nuestro objetivo: Perteneciente o relativo a las acciones de las personas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual y, sobre todo, colectiva. Es decir, las reglas de conciencia se establecen, de acuerdo al concepto de cada individuo de lo que es bueno y lo que es malo, lo cual, no necesariamente coincide con la comunidad de la que forma parte.
Es evidente, que hay una relación intrínseca entre las reglas de convivencia y las reglas de conciencia, unas alimentan a las otras. Sin embargo, a los fines de esta reflexión, tienen preponderancia las reglas de conciencia.
Entonces, ¿cuáles son los patrones que establecen los parámetros que rigen la moral de un individuo? La tradición y la religión. No obstante, en muchas ocasiones, la tradición proviene de la religión. Es el caso del mundo occidental.
Anteriormente, mencionamos la Ley de la Libertad Perfecta, claramente definida en la Carta del Apóstol Santiago:

Obran bien cuando cumplen la Ley del reino, tal y como está en la Escritura: Ama a tu prójimo como a ti mismo (Stgo 2,8)

Allí está el parámetro que debe regir la conducta de un buen cristiano en el ejercicio de su libertad. Y tan importante es, que el mismo Jesús afirmó:

Cuando los fariseos supieron que Jesús había hecho callar a los saduceos, se juntaron en torno a él. Uno de ellos, que era maestro de la Ley, trató de ponerlo a prueba con esta pregunta: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?».
Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos.» (Mt 22,34-40)

El mandamiento más importante es amar a Dios por sobre todas las cosas, sin embargo, Jesús asimila, coloca al mismo nivel el mandamiento de amar al prójimo como a uno mismo, y lo hace un solo mandamiento. Y finalmente, deja un nuevo mandamiento:

Que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros (Jn 13,34-35)

El amor, como todo sentimiento, es inconmensurable. No puede medirse la cantidad de amor que se da a una persona, o a otra. Por eso dice, “como yo los he amado a ustedes”. El amor es un bien intangible, todos necesitamos de él, unos más, otros menos (demanda), pero también tenemos la necesidad de darlo, a unos más a otros menos (oferta). Así como cualquier necesidad, el amor es infinitesimal, y por tanto, inconmensurable ¿Se puede decir entonces que el mandamiento de Jesús implica igualdad social? No, lo que quiso decir, fue que como él, debemos amar sin condiciones, tratar al prójimo como uno quisiera ser tratado. La igualdad social, no es igual, digámosle así, a la igualdad cristiana, la primera es socioeconómica, permanente y obligatoria. La segunda es espiritual, coyuntural y voluntaria. Es coyuntural, porque se aplica cuando se presenta el momento, pero como actitud es permanente. Esto lo explica muy buen con la parábola del Buen Samaritano (Lc 10,25-37).
Orlando cita el libro de Konrad Löw, La Fascinación del Comunismo. Según este autor, Marx “está fuertemente ligado al pensamiento religioso”. Y que éste utilizaba referencias e imágenes de los Evangelios. El que los haya utilizado, no significa que lo haya hecho de la manera correcta. Se trata de una burda manipulación. Así, como cuando Satanás citaba las Escrituras cuando tentó a Jesús en el desierto (Mt 4,5-7).
Decir, con tanta seguridad, que Jesús fue comunista, es tan temerario que termina siendo una tontería. Cae en una ambigüedad cuando dice, que no lo fue “en el sentido estricto de lo que se entiende como comunismo y en lo que derivó la aplicación de la ideología”. El comunismo es el comunismo, una “doctrina que establece una organización social en que los bienes son propiedad colectiva”, su base es la lucha de clases y la supresión de la propiedad privada de los medios de producción. Eso es comunismo. Y quienes comparten estos postulados son comunistas. Orlando, se apoya en el libro de Escohotado Los Enemigos del Comercio para justificar esta afirmación. Y el que para él sea, quizás, la persona más brillante del planeta, no quiere decir que no esté equivocado. Se trata de una investigación “sobre todos los movimientos en contra de la propiedad, el mercado y la individualidad que han existido en la historia registrada”, y que “relata cómo de una rara secta judía, que repartía sus bienes e ingresos entre todos los miembros, Jesús recibiría las ideas para luego constituir un revolucionario movimiento en contra la propiedad, el lucro; y erigido en torno a la idealización de la miseria. Movimiento sin precedentes de masas que solo permitiría a la humanidad prosperar de forma descomunal al apartarse del Estado”.
Esa secta judía, no era rara, pequeña sí. Entre los judíos era normal establecer comunidades diferenciadas. Recordemos el origen de Israel: trece tribus provenientes de las familias y seguidores de cada hijo de Jacob. Más importante aún, es que Jesús no recibió ideas de ninguna secta, pues Jesús no lo necesitaba, es El Verbo encarnado:

En el principio era el Verbo,
Y el Verbo estaba ante Dios,
Y el Verbo era Dios.
Él estaba ante Dios en el Principio. (Jn 1,1-2)

Por tanto, Jesús no necesitó que nadie le enseñara absolutamente nada, pues Él es el Verbo, la Palabra. No se hizo carne para ser un revolucionario, sino para traer lo definitivo, es decir, Él. Jesús es lo definitivo, y nos lo muestra en su predicación, descrita en los Evangelios, y constituida en su Iglesia, aquella en la que Pedro fue elegido como fundación: “te llamarás Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18). No fue una revolución, porque todo lo que predicó se fundamentó en las Escrituras. Lo definitivo, no está ni en contra ni a favor de la propiedad y el lucro, está a favor del amor de Dios, y que éste debe guiar nuestros actos, es decir, puedes acumular riquezas materiales, pero que no signifique perjudicar a otros, y que destines una parte de ella para ayudar a los necesitados. Una evidencia de esto, la tienen en Jesús y Zaqueo (Lc 19,1-10). Éste último, luego de escuchar a Jesús, resueltamente dijo: Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y a quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más. Zaqueo siguió siendo un hombre rico. El siervo del Centurión fue curado debido a su fe, era un hombre rico. José de Arimatea, a quien Pilato autoriza para bajar a Jesús de la cruz, era un hombre rico. El peor disparate está en definir la obra de Jesús como la idealización de la miseria, entendida como “pobreza extrema”, es decir, carencia casi absoluta de bienes materiales. Ya lo anteriormente escrito, lo explica.
Es error común, considerar que la pobreza a la que se refiere Jesús, es material. La pobreza en la predicación de Jesús es espiritual. En su primer milagro, en la Boda de Canaá (Jn 2,1-12), no sólo convierte el agua en vino, sino que la convierte en el mejor vino:

«Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.» (Jn 2,10)

La calidad no es un atributo del comunismo, y tampoco la satisfacción plena de las necesidades. Para ello citaremos tres ejemplos. El primero que referiremos es la pesca milagrosa:

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Lleva la barca mar adentro y echen las redes para pescar.» Simón respondió: «Maestro, por más que lo hicimos durante toda la noche, no pescamos nada; pero, si tú lo dices, echaré las redes.» Así lo hicieron, y pescaron tal cantidad de peces, que las redes casi se rompían. Entonces hicieron señas a sus asociados que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles. Vinieron y llenaron tanto las dos barcas, que por poco se hundían. (Lc 5,4-7)

Abundancia, pero no la tomaron toda para ellos, llamaron a sus asociados y las compartieron. Voluntariamente ¿Acaso dijo Jesús que compartieran? Es claro que no. El segundo ejemplo y el tercero, están vinculados, la multiplicación de los panes:

Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que sobraron: ¡doce canastos llenos! (Mt 14,20)
Todos comieron hasta saciarse y llenaron siete cestos con los pedazos que sobraron (Mt 15,37)

En ambas ocasiones dice: “comieron hasta saciarse”, no dice que se repartieron 2 panes y un pescado para cada uno, por ejemplo, dice saciarse. Quiere decir, que cada quien respondió acorde a su necesidad, y se reconoce, que las necesidades son infinitesimales. Habría a quien le bastó con comer un pedazo de pan, y otro, que encontró la satisfacción con dos pedazos de pan…
Puede esgrimirse, que la actitud de Jesús era comunista porque regaló el alimento. Eso sería contradictorio con la sentencia de Dios a Adán por el pecado original:

Con el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado (Gén 3,19)

Pero no es así. Luego del segundo milagro, preguntaron a Jesús:

«Rabbí (Maestro), ¿cómo has venido aquí?» Jesús les contestó: «En verdad les digo: Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.» (Jn 6,25-27)

En concordancia, San Pablo en la Segunda Carta a los Tesalonicenses, expresa:

Hermanos, les ordenamos en nombre de Cristo Jesús, el Señor, que se aparten de todo hermano que viva sin control ni regla, a pesar de las tradiciones que les transmitimos. Ya saben cómo tienen que imitarnos, pues no vivimos sin control ni regla mientras estuvimos entre ustedes. No pedimos a nadie un pan que no hubiéramos ganado, sino que trabajamos duramente noche y día hasta cansarnos para no ser una carga para ninguno. Teníamos, por supuesto, el derecho de actuar en otra forma, pero quisimos ser para ustedes un modelo que imitar.
Además, cuando estábamos con ustedes les dijimos claramente: el que no quiera trabajar, que tampoco coma. Pero ahora hemos oído que hay entre ustedes algunos que viven sin control ni regla y no hacen nada, muy ocupados en meterse en todo. A ésos les mandamos y les rogamos, por Cristo Jesús, nuestro Señor, que trabajen en paz y se ganen el pan que comen (2 Tes 3,6-12)

Jesús tuvo compasión de la gente, y les dio de comer, dos veces, pero luego los conminó, no solo a trabajar para ganarse el pan, sino a trabajar para ganarse la salvación. Jesús sabía, que el mayor enemigo de la fe, era la avaricia y la ambición desmedida. Que el nuevo ídolo que levantarían los hombres para sustituir a Dios era el dinero:

Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero (Mt 6,24)

La enseñanza de Jesús, está destinada al individuo para que la aplique en la comunidad. Como ya mencionamos, no es un mandato de igualdad social, sino de hacerse igual cuando otro necesite de ti (igualdad espiritual): ama a tu prójimo como a ti mismo. Tratar a los otros como a ti te gustaría ser tratado. Pero es un mandato para quien quiera seguirlo,  no para ser instituido como política de Estado, donde se obligue a las personas a ser iguales, en lo social y económico, mediante el rasero de la ley.
El comunismo apunta al acceso igualitario a los bienes económicos esenciales, mientras que, el cristianismo apunta a un bien intangible y libre: el amor de Dios. Para entender esto, es necesaria la fe, y de allí, el error de Escohotado.


Jesús y el Liberalismo
Orlando cuando afirma que, “algunos acuden a distorsiones de la historia para tratar de legitimar ideas”, al parecer se veía en un espejo. El que una doctrina tenga como base el cristianismo, no implica que Jesús era un seguidor de esa doctrina, más aún si esa doctrina distorsiona su mensaje.
Es un error de Orlando, considerar que el cristianismo “surge de un supuesto amor por las libertades”, y dice, “incluso la individual”. El origen del cristianismo es Jesús, su enseñanza, y la libertad de decidir seguirla o no, es la única que nos dejó, y eso es estrictamente individual, y por tanto, implica reglas de conciencia. Las restricciones del hombre al ejercicio de la libertad, son reglas de convivencia. En esta última, se hace necesario, que se desglosen los actos en los que se restringe la libertad. Mientras que seguir como regla de conciencia el mandamiento más importante en el cristianismo, es una restricción voluntaria. Las reglas de convivencia, son necesarias por la terquedad y falta de compromiso del hombre:

Jesús les dijo: «Moisés, al escribir esta ley, tomó en cuenta lo tercos que eran ustedes (Mc 10,5)

La base del liberalismo, es el ejercicio de la libertad (individualismo), mientras que el comunismo se sustenta en las restricciones a la libertad (colectivismo).
Para Orlando, “decir que del cristianismo surge una doctrina como el liberalismo, sería eludir la verdad”, cuando es harto sabido, que John Locke, fundamentó su pensamiento en la concepción cristiana de la libertad, sentando las bases del liberalismo. Es un sinsentido, tanto, como afirmar que el comunismo se basa en los Evangelios.


Jesús y Escohotado
No pongo en duda la investigación de Escohotado sobre los esenios. Sin embargo, como cristiano, no encuentro ninguna coincidencia en las similitudes que dice que tenemos con ellos.
Los esenios y lo fariseos, surgen del movimiento de los asideos (piadosos). Para el momento en que se inicia la rebelión de los Macabeos, un grupo de ellos se les une:

Se les unieron luego un grupo de Asideos, israelitas valientes y devotos de la Ley (2 Mac 2,42)

Nótese como los definen: devotos de la Ley. Los fariseos y los Esenios, también tenían esa característica, pues descienden de los Asideos. Pero debido a que prestaban más atención a la Ley que a Dios, fueron duramente criticados por Jesús:

Yo se lo digo: si no se proponen algo más perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos (Mt 5,20)
«Los maestros de la Ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejó Moisés.  Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten, porque ellos enseñan y no practican (Mt 23,2-3)

Incluso, Juan el Bautista también los fustigó:

Juan vio que un grupo de fariseos y de saduceos habían venido donde él bautizaba, y les dijo: «Raza de víboras, ¿cómo van a pensar que escaparán del castigo que se les viene encima? (Mt 3,7)

Efectivamente, los Esenios no son mencionados en los Evangelios, pero no por “conveniencia”, más bien por irrelevancia, vivían aislados en el desierto. La palabra Evangelio significa Buena Noticia, que proclama tiempos nuevos y de manifestación de Dios en la persona de su Hijo (Biblia Latinoamericana, Personas, Palabras e Instituciones, Pág. 446). Por eso, hace énfasis en la predicación de Jesús.
Pudo haber contacto entre Juan el Bautista y Jesús con los esenios, no se descarta. Y también es posible que el Bautismo de Juan provenga  de ellos, sin embargo, puede que el objetivo sea distinto. Aunque en ambos caso se trata de una purificación, los esenios lo hacían con regularidad, mientras que el de Juan era sólo una vez, y acompañado de la confesión de los pecados. Además, recordemos que Juan el Bautista, vino a prepararle el camino al Señor:

Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo –yo ni siquiera merezco llevarle las sandalias– , él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego (Mt 3,11)

Orlando cita, otras características de los esenios según Escohotado,  y en su doctrina, se evidencian diferencias importantes a la predicación de Jesús.
Aunque en los Evangelios no especifica al respecto, la costumbre esenia de una “limitación del contacto sexual entre esposos a fines procreativos”, no existe en el cristianismo. En la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios dice:

Ustedes me han escrito sobre varios puntos: es cosa buena que un hombre no toque mujer alguna. Pero no ignoren la tiranía del sexo; por eso, que cada hombre tenga su esposa y cada mujer su marido. El marido cumpla con sus deberes de esposo y lo mismo la esposa. La esposa no dispone de su cuerpo, sino el marido. Igualmente el marido no dispone de su cuerpo, sino la esposa.
No se nieguen ese derecho el uno al otro, a no ser que lo decidan juntos, y por cierto tiempo, con el fin de dedicarse más a la oración. Después vuelvan a estar juntos, no sea que caigan en las trampas de Satanás por no saberse dominar (1 Cor 7,1-5)

También dice, que los esenios hacían un “reparto obligatorio de todas las propiedades (‘consagrar los bienes a Dios’)”. Eso tampoco corresponde con el cristianismo. Ya citamos versículos del Evangelio que rebaten este postulado. Sin embargo, parece que lo relacionan con la aparición de las primeras comunidades cristianas relatadas en el libro de los Hechos de los Apóstoles:

Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, vendían sus bienes y propiedades y repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno (He 2,44-45)
Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has dejado que Satanás se apoderara de tu corazón? Te has guardado una parte del dinero; ¿por qué intentas engañar al Espíritu Santo? Podías guardar tu propiedad y, si la vendías, podías también quedarte con todo. ¿Por qué has hecho eso? No has mentido a los hombres, sino a Dios.» (He 5,3-4)

La diferencia estriba, en que los esenios aplicaban un concepto parecido al de propiedad común, mientras que los cristianos los vendían y repartían el dinero según la necesidad de cada uno. Pero no fue siempre así, en la Segunda Carta a los Corintios, San Pablo les dice:

Si hay entusiasmo, cada uno es bien recibido con lo que tenga, y a nadie se le pide lo que no tiene. No se trata de que otros tengan abundancia y que a ustedes les falte, sino de que haya igualdad. Ustedes darán de su abundancia lo que a ellos les falta, y ellos, a su vez, darán de lo que tienen para que a ustedes no les falte. Así reinará la igualdad (2 Cor 8,12-14)

Podemos inferir que no funcionó, por lo que recurrieron a las otras comunidades para apoyarse, bajo un criterio distinto. Y al igual que la decisión individual de vender todo y donarlo a la comunidad, la igualdad, a la que hace referencia San Pablo, es la ya mencionada igualdad espiritual. Respecto a que los esenios “pasan a la interpretación del mandamiento no hurtarás como prohibición del lucro”, tampoco compagina con el cristianismo. Considero que esto está suficientemente explicado en párrafos anteriores, el caso de Zaqueo es uno de ellos.
De distintas formas, dice que los esenios despreciaban el comercio y el lucro. Esto tampoco es compatible con el cristianismo. En tiempos de Jesús, entre los Apóstoles se repartían tareas, siendo Judas Iscariote quien administraba el dinero (Jn,12-4-6). Ese dinero estaba destinado a comprar, a realizar un acto de comercio, ya sea, para consumo o para donar a los pobres. En la Parábola de los Talentos (Mt 25,14-30), Jesús enseña mediante un acto de comercio, lucro, y de propiedad privada. A lo que se opone el cristianismo, es a la avaricia ¿Si Jesús despreciaba el comercio y el lucro, por qué los utilizaba para enseñar y dar su mensaje? Sería contradictorio.
Escohotado afirma que los esenios “vivían apartados”, “sometidos al ostracismo”. Siendo así, transmitían su enseñanza sólo a su comunidad. Esto es absolutamente opuesto a la predicación de Jesús, quien daba discurso a las multitudes, se reunía con cobradores de impuestos, samarios, fariseos y paganos. No discriminó a nadie, y al final, dejó este mensaje a sus Apóstoles:

«Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación (Mc 16,15)

Juan el Bautista, tampoco discriminó, bautizaba y enseñaba a todos los que se dirigían a él:

Vinieron también cobradores de impuestos para que Juan los bautizara. Le dijeron: «Maestro, ¿qué tenemos que hacer?» Respondió Juan: «No cobren más de lo establecido.» A su vez, unos soldados le preguntaron: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?» Juan les contestó: «No abusen de la gente, no hagan denuncias falsas y conténtense con su sueldo.» (Lc 3, 12-14)


La Iglesia de Jesús, ¿un movimiento “pobrista”?
Orlando, afirma que “Jesús y Juan empiezan a constituir un movimiento que Escohotado llama «pobrista»”. Jesús y Juan no comienzan ningún “movimiento”. Juan tenía una misión específica en el mundo:

«Yo soy, como dijo el profeta Isaías, la voz que grita en el desierto: Enderecen el camino del Señor.» (Jn 1,23)
«Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno a quien ustedes no conocen, y aunque viene detrás de mí, yo no soy digno de soltarle la correa de su sandalia.» (Jn 1,26-27)
Yo no lo conocía, pero mi bautismo con agua y mi venida misma eran para él, para que se diera a conocer a Israel.» (Jn 1,31)

Anunciar al Mesías era la misión de Juan el Bautista, sólo eso. No hubo un acuerdo entre ellos, ni se trataba de un grupo político. Él, desconocía qué enseñaría Jesús, sólo sabía que era el Mesías:

Yo no lo conocía, pero Aquel que me envió a bautizar con agua, me dijo también: “Verás al Espíritu bajar sobre aquel que ha de bautizar con el Espíritu Santo, y se quedará en él” (Jn 1,33)

El bautizo, fue el único contacto entre Jesús y Juan El Bautista. “Yo no lo conocía”, quiere decir, que nunca tuvieron contacto, a pesar de ser familia. Recordemos que, luego del nacimiento de Jesús, el ángel ordenó a José, huir de Belén (Judea) a Egipto para proteger al niño de la masacre que ejecutaría Herodes, y regresa, también por orden del ángel, a la muerte de éste, o sea, cuando Jesús tenía 4 años. Sin embargo, por temor al hijo de Herodes, no regresa a Judea, sino que se dirige a Galilea, al norte de Jerusalén.  Juan el Bautista, crece en Judea. Así que, no hubo reuniones previas, ni se declararon principios políticos o religiosos, no fue un “movimiento”. Jesús vino a traer la salvación, y para ello dejó una Iglesia, para que el mensaje sea transmitido de generación en generación. Nótese, que a Juan el Bautista, Dios le ordena bautizar con agua, así que no lo aprendió de los Esenios.
Calificar la predicación del mensaje de Jesús de “pobrista”, es desconocer ese mensaje, y para conocerlo y entenderlo es necesaria la fe.
Afirma Orlando, que para Escohotado, “son vistos de forma negativa” por la sociedad establecida, “como los fariseos, que disienten de ese deseo ardiente de detestar el mérito y el comercio”. Es falso, ese no era el motivo, por el cual, los fariseos, saduceos y Maestros de la Ley despreciaban a Jesús. Era la pérdida de sus privilegios, la que los hizo su enemigo, y repito, no todos. Para ellos el Mesías, significaba la llegada de un líder enviado por Dios, para rebelarse contra el imperio dominante, y liberar al pueblo de Israel. Esperaban un guerrero, y una guerra, significaba perder los privilegios, riquezas y comodidades que la pax romana les permitía:

Entonces los jefes de los sacerdotes y los fariseos convocaron el Consejo y preguntaban: «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros.  Si lo dejamos que siga así, todos van a creer en él, y luego intervendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación.» (Jn 11,47-48)

Nicodemo, era un fariseo, que se convirtió en seguidor de Jesús:

Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él.» (Jn 3,1-2)

 “Sabemos”. Nicodemo no sólo hablaba por él, lo hacía en representación de un grupo de fariseos. Pero quizá, el mejor ejemplo de esto es Saulo, quien luego será llamado Pablo, dando su testimonio ante el rey Agripa dijo:

Todos los judíos saben cómo he vivido desde mi juventud tanto en la comunidad judía como en Jerusalén. Me han visto de tan cerca que, si quisieran, podrían testificar que he vivido como un fariseo en la secta más rigurosa de nuestra religión (He 26,4-5)

Saulo fue un perseguidor y castigador de la comunidad cristiana, siendo muy temido por ellos. Sin embargo, luego de aceptar su elección por el mismo Jesús, se convirtió en el Apóstol de los gentiles, aquel que fue elegido para llevar la Buena Nueva al mundo pagano.

Según Escohotado, “Jesús precisa: ‘¡Malditos seáis los ricos, que disfrutasteis ya de vuestra felicidad!', según se lee en el Evangelio de Lucas”, y más adelante, lo refiere nuevamente, de esta manera; “Ay de vosotros los ricos, porque tenéis lejos el consuelo”. Es incoherente, hay una diferencia importante. Tengo cuatro Biblias Católicas, y en ninguna se menciona las palabras “malditos seáis”, o “malditos sean”, su contenido se parece más a la segunda cita:

Pero ¡pobres de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo!
¡Pobres de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre!
¡Pobres de ustedes los que ahora ríen, porque van a llorar de pena!
¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados! (Lc 6,24-26)

En las notas a estos versículos, la Biblia Latinoamericana explica que, se trata de Lamentaciones en contraposición a las Bienaventuranzas (léanse la Parábola de Lázaro y el rico), que recuerdan las de Isaías:

En vista de esto, el Señor Yavé les dice:
¡Muy bien! Mis servidores comerán,
mientras que ustedes estarán con hambre.
Ellos tendrán de beber,
mientras que ustedes sentirán sed.
Se alegrarán,
mientras que ustedes se verán humillados.
Mis servidores cantarán con el corazón lleno de felicidad,
mientras que ustedes se quejarán, con el corazón apenado,
y gritarán, con el ánimo aplastado (Is 65,13-14)

Vincular el libro del Profeta Amós, no es correcto, puesto que sus profecías se referían a la creciente desigualdad social, donde el lujo  de unos pocos insulta la miseria de los pobres. Se trata entonces, de justicia social. Denuncia que los ricos, en aquel momento (siglo VIII antes de Cristo), habían conseguido su riqueza sobre la espalda de los pobres, condenándolos a la miseria. El surgimiento del cristianismo, no fue ningún alzamiento de pobres contra ricos, ni Jesús fue un revolucionario, ni vino a agitar a las masas. Esa imagen de Jesús proviene del marxismo.
Jesús vino a traer la salvación de todos y cada uno de nosotros, rico o pobre, judío o no. En sus discursos a la multitud (no aplicaré el lenguaje marxista de masas), Jesús les enseñaba, cómo alcanzar la salvación. En ninguno de ellos, expresa una “lucha de clases”, que es realmente como veladamente quiere Escohotado que se interprete “pobres contra ricos”.
El Sermón de la montaña, donde Jesús se refiere a las Bienaventuranzas y las Lamentaciones, es el único donde se detallan las palabras de Jesús dirigidas a la multitud. En los otros, se señala que enseñaba, y en dos de ellos, se relatan los milagros de la multiplicación de los panes. En ningún momento Jesús arengaba a las masas contra los ricos. Pero también su mensaje lo llevaba a los ricos:

Entonces todos empezaron a criticar y a decir: «Se ha ido a casa de un rico que es un pecador.»
El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.» (Lc 19,7.10)
Los fariseos, al ver esto, decían a los discípulos: «¿Cómo es que su Maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?»
Jesús los oyó y dijo: «No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan lo que significa esta palabra de Dios: Me gusta la misericordia más que las ofrendas. Pues no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.» (Mt 9,11-13)

La lucha de clases, pobres contra ricos, parte del odio. La misericordia de Jesús hacia los ricos, parte del amor de Dios, por eso las Lamentaciones, y la gran cantidad de veces que se relata en los Evangelios las reuniones de Jesús y sus discípulos con ricos.
Continúa Orlando afirmando, que “hubo, según señala el autor de Los enemigos del comercio, dos episodios en la vida del Mesías que retratan adecuadamente el carácter de la novel revolución religiosa. Uno sucedió al otro y demuestra parte del “programa ebionita” —el ebionismo sería luego una secta judeocristiana estructurada en torno a la idea de la pobreza como cualidad de salvación—, de acuerdo con Escohotado”.
Es un error garrafal, afirmar que los eventos citados retratan el cristianismo. La vida de Jesús y su enseñanza es lo que lo definen, y esos eventos representan una parte. También es un error típico en el fundamentalismo, aislar pasajes o versículos de la Biblia.
Cuando describe el cristianismo como “programa ebionita”,  intenta establecer una intencionalidad en los Evangelios (uno sucedió al otro) de inducir a la pobreza material para alcanzar la salvación.
Escohotado se refiere al Sermón de la Montaña y al momento, en el que Jesús saca a los mercaderes del Templo. No se puede señalar que estos eventos sucedieron uno tras otro, pues están lejos, en tiempo y  espacio. Extrañamente señala que ocurrió primero el segundo, y luego el primero.
Los Evangelios que relatan ambos sucesos son el de San Mateo y el de San Lucas. Mientras que los Evangelios de San Marcos y San Juan sólo relatan la expulsión de los mercaderes del templo.
El sermón de la Montaña o el Monte (San Mateo) o de la llanura (San Lucas) se estima ocurrió poco después que Jesús escoge a todos sus discípulos, y la primera vez que se dirige a una multitud. En la Nota del Capítulo 5 Versículo 1, la Biblia Latinoamericana indica que se sitúa en algún lugar de las colinas que bordean al Lago Tiberiades, próximo a Nazaret, mientras que saca a los mercaderes del Templo en Jerusalén. Hay al menos dos años de diferencia entre uno y otro. Fueron muchas las cosas que pasaron entre ambos eventos.
Respecto al momento en que Jesús saca a los mercaderes del templo, Escohotado señala: “Aún sin contar con la fama de sus últimos días, Cristo entró a Jerusalén y se dirigió al Templo. Dentro aterrorizó y atacó a los ‘vendedores de ofrendas, diciendo que la casa de su Padre ha dejado de ser casa de oración para convertirse en cueva de bandidos’. Con latigazos sacó a los mercaderes del Templo de Jerusalén. ’Quitad esto de aquí y no hagáis de la casa de mi padre, casa de comercio’, les dijo, también”.

Para Escohotado, Jesús era un terrorista, supongo que además del primer comunista, también lo señalará de primer terrorista. Y señala que no era conocido, al momento de entrar a Jerusalén:

Muchas personas extendían sus capas a lo largo del camino, mientras otras lo cubrían con ramas cortadas en el campo. Y tanto los que iban delante como los que seguían a Jesús gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Ahí viene el bendito reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!» (Mc 11,8-9).
Toda la gente que había estado junto a Jesús cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos, cantaba sus alabanzas, y muchos otros vinieron a su encuentro a causa de la noticia de este milagro. Mientras tanto los fariseos comentaban entre sí: «No hemos adelantado nada. Todo el mundo se ha ido tras él.» (Jn 12,17-19)

Parece que sí lo era. La fama de Jesús, se extendió por toda la Tierra Santa, a medida que avanzaba su predicación. Al momento de llegar a Jerusalén era ampliamente conocido.
Escohotado, afirma que la expulsión de los mercaderes del Templo fue una agresión. Lo fue pero no en el sentido que lo quiere expresar. Jesús derribó todo, pero no golpeó a ninguna persona, y su “agresión” no fue respondida, ya que era conocido como un Maestro, ¿y no era famoso? Todos los Evangelios relatan de manera similar el evento:

Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los vendedores de palomas. Les dijo: «Está escrito: Mi casa será llamada Casa de Oración. Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones.» (Mt 21,12-13)

Con esta acción Jesús purifica el Templo, como estaba profetizado por Zacarías:

Y en Jerusalén y Judá cualquier utensilio de cocina será propiedad santa de Yavé de los Ejércitos; de tal modo que podrán usarlos para cocer la carne de los animales sacrificados. Desde ese día no habrá más mercaderes en la Casa de Yavé (Za 14,21).

Jesús no agrede ni a los comerciantes ni al comercio, sino que agrede a la profanación que implica realizar actos de comercio en él, puesto que nivelaban al dinero con Dios. Esto es cónsono con la enseñanza de que nadie puede servir a dos patrones, no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero (Mt 6,24)
En la sección “La Iglesia de Jesús, ¿un movimiento ‘pobrista’?”, explicamos las Lamentaciones de Jesús por los ricos en el Sermón de la Montaña, éstas las dijo luego de anunciar las Bienaventuranzas.
Calificar de “perorata” ese discurso, es una expresión despectiva que quita objetividad a la investigación. Con las Bienaventuranzas, Jesús no determinó quienes serían los elegidos, sino sus atributos:

Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.
Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias (Mt 5,3-11)

Jesús y el Estado
En sus palabras, Jesús no se muestra, ni a favor, ni en contra del Estado. Todo lo contrario, cuando lo increpan sobre si se debe o no pagar impuestos a los romanos, su respuesta fue que, se debe cumplir con las reglas de convivencia, o sea, las que impone el Estado:

Danos, pues, tu parecer: ¿Está contra la Ley pagar el impuesto al César? ¿Debemos pagarlo o no?»
Muéstrenme la moneda que se les cobra.» Y ellos le mostraron un denario.
Entonces Jesús preguntó: «¿De quién es esta cara y el nombre que lleva escrito?» Contestaron: «Del César.» Jesús les replicó: «Devuelvan, pues, al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios.» (Mc 22,17.20-21)

Al Estado lo que es del Estado, cumple con la Ley, cumple con tus obligaciones de ciudadano. Asimismo, cuando envió a sus discípulos a predicar, entre sus instrucciones tenemos:

Cuando sean arrestados, no se preocupen por lo que van a decir, ni cómo han de hablar
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra (Mt 10,19.23)

Anteriormente, mencionamos que, Juan el Bautista, les aconsejó a los soldados no excederse en sus funciones, evitar los abusos, es decir, respeten la Ley. También, señalamos que, Jesús al dirigirse a sus discípulos como a la multitud, les dijo que “«Los maestros de la Ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejó Moisés.  Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen” (Mt 23,2-3) Les ordena obedecer la Ley, respetar el Estado. Asimismo, en su Carta a los Romanos, el Apóstol San Pablo, aconseja:

Cada uno en esta vida debe someterse a las autoridades. Pues no hay autoridad que no venga de Dios, y los cargos públicos existen por voluntad de Dios. Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se rebela contra un decreto de Dios y tendrá que responder por esa rebeldía.
No hay por qué temer a las autoridades cuando se obra bien, pero sí cuando se obra mal. ¿Quieres vivir sin tener miedo a las autoridades? Pórtate bien y te felicitarán. Han recibido de Dios la misión de llevarte al bien. Y si te portas mal, témelas, pues no tienen las armas sin razón. También tienen misión de Dios para castigar a los malhechores. Así, pues, hay que obedecer, pero no solamente por miedo al castigo, sino por deber de conciencia.
Por la misma razón pagan los impuestos, y deben considerar a quienes los cobran como funcionarios de Dios. Den, pues, a cada uno lo que le corresponde: el impuesto, si se le debe impuesto; las tasas, si se le deben tasas; obediencia, si corresponde obedecer; respeto, si se le debe respeto (Rom 13,1-5)

Y en la Primera Carta del Apóstol San Pedro, les pide:

Sométanse a toda autoridad humana por causa del Señor: al rey, porque tiene el mando; a los gobernadores, porque él los envía para castigar a los que obran mal y para animar a los que obran bien. La voluntad de Dios respecto de ustedes es que, obrando el bien, acallen la ignorancia de los imbéciles.
Sean libres, pero no hagan de la libertad un pretexto para hacer el mal. Sean libres como servidores de Dios. Respeten a todos, amen a los hermanos, teman a Dios y respeten al que gobierna (1 Pe 2,13-17)

El respeto a la autoridad y las leyes, y por tanto al Estado, es un principio básico en el cristianismo. Sin embargo, muchos entenderán las citas anteriores como obediencia sumisa. No es así. En la Nota al Capítulo 13 versículo 1 de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos, la Biblia Latinoamericana, explica que “en el mundo en que vivía Pablo, muchas personas buscaban en la religión una evasión de sus obligaciones familiares y de sus deberes sociales. Pablo insiste en el aspecto “místico” de la vida cristiana, pero de ningún modo quiere una tal evasión, tan contraria a toda su formación bíblica. Va pues a insistir en la obediencia cívica, en el contexto de una sociedad que estaba muy lejos de nuestras actuales democracias.
Continúa la nota: Este texto ha sido desfigurado a menudo por los regímenes autoritarios que, habiendo impuesto su ley por la violencia, querían luego que se les obedeciera como si fueran los servidores obligados de Dios y del bien público.

A modo de Conclusión
El cristianismo no es un movimiento revolucionario, es la llegada de la Buena Noticia, es el camino de la salvación, y para ello, al menos, debemos amar a Dios por sobre todas las cosas y amar al prójimo como uno mismo, o lo que es lo mismo, amarnos unos a otros como Jesús nos amó a nosotros. Su fundamento, no son dos eventos citados, es mucho más complejo que la simplicidad de un acto. El cristianismo no ataca ni “romantiza” nada.
El cristianismo es espiritualidad y el comunismo materialidad. Recordemos, que el Papa San Juan Pablo II, fue protagonista en la caída del comunismo en Europa, simbolizado con  la Caída del Muro de Berlín. Y desde la Carta Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII en 1891, hasta La Carta Encíclica Centesimus Annus del citado Papa San Juan Pablo II en 1991, con motivo del centenario de la primera, la Iglesia Católica ha rechazado el comunismo. Es harto sabido, el sufrimiento y asesinato de miles de cristianos en la instauración del comunismo en Rusia y su expansión como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y Europa Oriental luego de la Segunda Guerra Mundial ¿Cómo es posible entonces plantear que el origen del comunismo, basado en el odio y la lucha de clases, puede derivar de la doctrina del amor de Dios del cristianismo? Además de absurdo, es ofensivo.
Puede que Marx, haya utilizado los Evangelios para ganar adeptos a su movimiento. Pero se trata de una burda manipulación, de la cual Escohotado se hace partícipe, y por la forma en que Orlando lo redacta, también.