domingo, 19 de octubre de 2014

DEL GIGANTE CARACULIAMBRO AL COYOTE - Una respuesta a Carlos Raúl Hernández

Bien interesante tu artículo de hoy en El Universal “El innombrable enemigo del Quijote”, pero es incongruente que cites los niveles de terror de un gobierno totalitario y finalices afirmando, con tono cansón, que debemos concentrarnos en las elecciones de 2015. ¿Dices que no podemos protestar?, ¿dices que debemos entrar en el redil electoral?, ¿dices que esperemos a perder unas nuevas elecciones “por poquito”, para luego esperar hasta 2019? La historia reciente nos dice que no vamos a ganar ninguna elección. No con los poderes secuestrados. Más aún, después que Capriles cantó fraude y hasta lo llevó a nivel internacional, pidió auditoria caja por caja, y no pasó nada. Como resultado, tenemos el gobierno más inepto e incapaz jamás visto, que en su empeño en establecer su dictadura colectivista-totalitaria (como las que describes) nos ha llevado a la crisis económica-política-social más grave de la historia patria, con la venia de la MUD y sus partidos políticos. He ejercido mi derecho al voto con sentido de deber, en cada elección que hemos tenido desde las elecciones presidenciales de 1988 hasta las presidenciales de 2013. Voté con la esperanza de que esta vez sí íbamos a ganar, pero no, como siempre, la realidad de la “revolución” aplastó esa esperanza. La cobardía de Capriles y la MUD, de no enfrentar el fraude con los pantalones bien puestos, me hace sentir traicionado. Cada día que pasa se rompe un filamento del hilo constitucional, y cada día que pasa nuestra condición se deteriora más y más, pertenecí a la clase media, ahora soy un “empobrecido”, no quiero llegar a ser “pobre”, por eso considero que no podemos esperar por elecciones. El país es un polvorín y el coyote está a punto de encender el fósforo para escapar de la oscuridad.

martes, 7 de octubre de 2014

NOSOTROS, LOS EMPOBRECIDOS

En mi reflexión anterior, mencioné el uso del populismo como el arma política preferida por los políticos venezolanos, y cómo Chávez utilizó el populismo como arma para conseguir lealtad con sumisión, y fue tan efectivo, que hasta convenció a la oposición de que, algún día, lograrán ganar una elección. Así, Chávez se erigió como el rey del populismo, al punto, de que es idolatrado por un sector importante de la población, en especial, en los barrios. No falta quien diga que hizo algún milagro, y hasta adaptaron el padre nuestro con su nombre, por demás, patético. Allí radica el problema de la oposición, y especialmente Capriles, su hijo bastardo. Para él Chávez es su modelo, es su padre político. Si revisan su actuación política, son más las coincidencias que las diferencias. Sin embargo, no ha podido con tanto populismo, ¿qué ofrecerle a los “pobres” para que me adoren a mí en vez de a mi padre político? Esa es la piedra de tranca. Una de las tácticas que ha imitado del supremo, es hablar y hablar, haciendo énfasis en algo. Lean sus entrevistas, discursos y tuits, y cuenten cuántas veces hace mención a los “pobres” y la “pobreza”. Al respecto, en el tuit que le envió a Chuo Torrealba en ocasión de su nombramiento como secretario general de la MUD expresó: “Pa’lante @chuotorrealba en esa nueva misión, a sumar y a sumar, especialmente a nuestro Pueblo más pobre! A lograr la unión de todos”, 140 caracteres cargados de populismo. En algo si igualó a su mentor, ya escucharlo o leerlo me da náuseas, no puedo con tanta hipocresía. Más aun, luego de leer su última declaración respecto a La Salida y las protestas, erigiéndose como el pacifista más pacifista de todos. Le recuerdo, que no fue con discursos que Jesús sacó a los comerciantes del templo. Y sonará a locura, pero creo que estima que este gobierno sucumbirá con la consecuente renuncia de Maduro, y entonces, se convertiría en el candidato de consenso entre el chavismo y la oposición. Como ciudadano, como venezolano, como un otrora clase media, ahora en palabras de Chuo Torrealba “empobrecido”, le respondí: ¿y nosotros, los que no somos tan pobres y que te dimos el voto 2 veces, dónde quedamos?. ¿y los estudiantes?. Por supuesto, no recibí respuesta ni de Chuo ni de Capriles. No obstante, interpreté una respuesta de Chuo en la entrevista que le hiciera Roberto Giusti publicada por El Universal el 28 de septiembre del presente año, y que leí por internet (lo aclaro porque anuncié por twitter que no lo compraría más, y así ha sido). En esa entrevista, Chuo menciónó a los “empobrecidos”. Con ese término se refirió a la clase media en vías de extinción, salvo la “clase media socialista” (todavía no asimilo esto). Allí de manera resumida, pero clara y concisamente, define qué es clase media y lo que ha significado para el país. Los empobrecidos construyeron este país, y el comunismo de Chávez lo está destruyendo. Como muestra, un botón, son miles los jóvenes, profesionales en su mayoría que se han ido del país. Pasamos de ser receptores de inmigrantes a producirlos en muy pocos años. Y más aun sería interesante saber, cuántos empobrecidos deseamos irnos pero no podemos. Y no me vengan con el cuento de que esto se arreglará, no es pesimismo, es la triste y cruel realidad de nuestro país, sumido en el caos (lo escribí en enero de 2011) económico, social y político. Con una oposición negada a ver lo que en realidad sucede, y que pronto, les pasará factura. Solo escúchenlos. Hablan de inflación, inseguridad, y escasez, pero no hablan del por qué. Y eso es, porque están en negación. Ante este panorama, esperar por elecciones en diciembre de 2015 se convierte en la estupidez más estúpida de todas. Más aún tratándose de elecciones legislativas. En las últimas, la oposición sacó más votos que el gobierno, sin embargo, sacaron menos diputados, gracias a la estrategia del CNE de modificar los circuitos electores. Se presume de fraude en las elecciones presidenciales de octubre 2012, Chávez-Capriles, y en las elecciones presidenciales de abril de 2013, Maduro-Capriles, se cantó fraude, se pidió auditoria voto por voto, y se llevó el caso a instancias internacionales, por cierto, ¿qué pasó con eso?, creo saberlo. ¿Alguien pudiera explicar qué pasó en las elecciones de gobernadores y alcaldes? Este es un gobierno que aspira, y lo está logrando, ser un colectivismo-totalitario, en forma de dictadura comunista. Así de simple, lo han hecho todo para llegar allí, con la venía de los partidos políticos de oposición. ¿Y quién paga los platos rotos?, nosotros, los “empobrecidos”. Una parte importante del pueblo que no es considerada pueblo, y por tanto, no es escuchada, pero que se ha volcado a todos los llamados que se les ha hecho. Sin embargo, ha sido despreciada por los partidos políticos, claro, con nosotros no se puede ser populista. Para los “pobres” el golpe no ha sido tan impactante como para la clase media, y con esto no quiero decir, que no sufren la crisis, solo que lo hacen en menor grado que los “empobrecidos”. Las pérdidas han sido importantes en calidad de vida. No quiero que se malinterpreten mis palabras, como dice Chuo en la entrevista: “el nexo entre los sectores populares y la clase media, no solo es teórico, sino consanguíneo. Toda familia de clase media tiene a su papá o a su abuelito viviendo en el barrio. Por tanto, la clase media es pueblo que aprovechó las oportunidades de la democracia para mejorar su condición de vida”. Eso es completamente cierto. Los “empobrecidos”, vemos a nuestros hijos marcharse del país, en la búsqueda de mejores condiciones de vida. Los “empobrecidos”, hemos perdido bienes materiales, fruto de nuestro esfuerzo, y vemos, cómo lo que nos queda se deteriora y pierde valor. Los “empobrecidos”, tememos salir de noche, a disfrutar de un cine, cena, o simplemente, a divertirnos aunque sea un poco como consecuencia de una inseguridad que se desenvuelve con total impunidad. Los “empobrecidos”, nos hemos visto en la necesidad de dedicar tiempo, mucho tiempo, a la búsqueda de alimentos, medicinas, repuestos para vehículos y otros, disminuyendo así nuestra productividad y generación de recursos para tratar de mantenernos en un nivel de vida que cada vez se aleja más de lo fue e inalcanzable de lo que podía ser. Pese a todo esto, y dado nuestro talante democrático, hemos apoyado toda propuesta de movilización de los partidos de oposición. Nuestros estudiantes, decidieron apoyar La Salida, y se lanzaron a la calle a protestar. Lo único que recibieron fue sangre, cárcel, y persecución. Fueron atacados con tanta saña, que podemos interpretarlo como sadismo. ¿Qué hizo la MUD?, se aprovechó de que en los primeros meses de protestas, al gobierno le temblaron las piernas, e invocaron a diálogo que lo único que logró fue legitimar la dictadura, y desahogar la frustración de nunca haber tenido la oportunidad de sentarse de tú a tú con el gobierno en Miraflores. Y peor aún, es que hayan cometido la barbaridad de responsabilizar de las muertes a Leopoldo López, exculpando al gobierno, y por ende, autorizando cualquier nivel de represión en cualquier protesta que en adelante ocurra. Para colmo de males, en la MUD consideran que saldremos de la dictadura pasito a pasito, por la vía electoral. Piensen en lo que sufrimos y padecemos, y traten de imaginar la situación socio-económica en junio de 2015. Seguro verán que estará mucho peor que ahora, y así será, con la diferencia de que tendremos una dictadura comunista consolidada. Es por ello, que no veo luz al final del túnel, porque además, las alternativas diferentes a la MUD son prácticamente inexistentes. Por un lado, tenemos al mayamero Robert Alonso instigando a la protesta desde su laptop, mátense ustedes para yo poder regresar (por esto, seguro seré insultado). Por otro lado, tenemos a Marco Polesel, un secesionista que considera que la solución es picar el país por la mitad, haciendo un símil de la Alemania post-guerra, y para colmo adorador de Pinochet (y por esto también). Y por último, tenemos a Juan Carlos Sosa Azpúrua, que aunque tiene razón en sus planteamientos no ha tenido posibilidades de transmitir su mensaje a todo el país, convertir su propuesta en popular, y a quien considero deberíamos prestarle más atención, su propuesta de desobediencia civil es el deber ser. En fin, veo unos partidos de oposición viviendo en una democracia imaginaria, y lamentablemente ellos son mayoría, son los que tienen la maquinaria para activar al país. Mientras, los “empobrecidos” nos sentimos defraudados, decepcionados, lo cual, muy pronto se convertirá en arrechera, y sus consecuencias serán nefastas, porque seguramente no explotará, será contenida por la indiferencia de los partidos políticos, y terminaremos siendo todos iguales, “pobres”. La luz que se veía al final del túnel, la apagó la MUD electorera, por ello, con mucho dolor, pero pensando en el futuro de mis hijos, siento que debemos emigrar, es entonces, que la realidad salta y con crueldad me dice: eres un “empobrecido”, ¿cómo te vas a ir?.