viernes, 29 de septiembre de 2017

SANCIONES, OPOSICIÓN Y ELECCIONES REGIONALES



Primero USA, luego Canadá, y ahora. España anuncia que sancionará a funcionarios del régimen. Trump, además, invitó a la UE a unirse a las sanciones. Tiene metido entre ceja y ceja acabar con el régimen, ¿por qué será? Creo que su nacionalismo está herido por la errática y vergonzosa actitud pasiva de gobiernos anteriores con Cuba. Eso lo impulsa a una decisión indeclinable: no permitirá otra situación similar, y para ello, se valdrá de todo el poder del que dispone.
Dijo en la ONU, sin evasiones, por toda la calle del medio: “La dictadura socialista del presidente venezolano Nicolás Maduro, es completamente inaceptable…La situación es completamente inaceptable. No podemos quedarnos al margen y mirar. Como un vecino y amigo responsable, nosotros y todos los demás tenemos una meta: ayudarles a recuperar la libertad, recuperar el país, restaurar la democracia”. Y lapidariamente dijo: “El problema en Venezuela no es que el socialismo ha sido mal implementado. Es que el socialismo ha sido totalmente implementado”.
Luis Almagro, Secretario General de la OEA, expresó en un tuit que, “en Venezuela ninguna negociación debe basarse en reparto de poder, sino en la redemocratización del país”, y en otro, “exigimos q no se negocie paz, democracia ni libertad: son bienes más altos e irrenunciables en Venezuela”.
 

Antes de ayer, anunció la MUD que no participarán en el diálogo, que llaman reunión exploratoria (por cierto, llamar las cosas por otro nombre es pretender verle cara de pendejo al interlocutor) para el día de mañana (ayer), porque no hay condiciones para ello, ¿efecto dominó? Puede ser…
Lo cierto de esto, es que sólo la MUD, su séquito de “intelectuales” y sus fieles seguidores, consideran que votar en regionales es castigar a Maduro, como si el país lo que necesita es que le den una lección para que aprenda a gobernar. Necesitamos salir de esto ¡YA!, es la urgencia de viene de una crisis humanitaria que ya ha sobrepasado los límites. Hambre, miseria, diáspora y muerte es la consecuencia de estos 21 meses que han pasado luego de las elecciones parlamentarias del diciembre 2015, y más recientemente, de un plebiscito cuyos resultados echaron a la basura. Es una burla permanente y constante. Ahora piden que votemos contra Maduro en elección de gobernadores, ¿acaso Maduro es candidato a gobernador? Lo peor, es que en el plebiscito se ordenó desconocer a la ANC y al CNE, y en enero el régimen declaró la falta absoluta de Maduro. La ANC llama a elección de gobernadores, el ejecutivo (Maduro) acepta el llamado, y el CNE convoca, tres poderes no reconocidos y deslegitimados. Aun así, la MUD acepta y lanza a primarias y ya se encuentra en campaña política. Incoherencia e inconsistencia. 




Con ese escenario, nos piden que vayamos a votar, y como nada es completo, la dirigencia de la MUD y su séquito de intelectuales, ha querido convertir el voto de derecho a deber. El voto, es y será, en cualquier democracia, un derecho, y los derechos se ejercen o no. En tal sentido, yo, ejerciendo mi derecho no votaré en estas elecciones. La MUD-AN, le correspondía y le corresponde, cumplir con el mandato que le dieron 7,6 millones de personas. Mientras, el triángulo de la crisis humanitaria (alimentación, salud y seguridad), nos oprime con mayor fuerza.

La Canasta Básica Familiar del CENDAS-FVM a diciembre de 2015 fue de Bs 139.273,68 y al mes de agosto de 2017 se ubica en Bs 2.938.277,19, lo que significa un incremento de Bs 2.799.003,51, es decir, 2009,71 %. Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria a diciembre de 2015 fue de Bs 93.600,00 y al mes de agosto de 2017 resultó en Bs 2.012.556,55, lo que significó un incremento de Bs 1.918.956,55 para un 2050,17 %. En diciembre 2015, las clases medias media y alta, no habían sufrido el rigor de la crisis. En este momento ya les agarró el tobillo. Obtener los alimentos básicos en este momento a una familia, es una misión imposible. Cada vez es mayor la cantidad de gente que come de la basura, que pide en las casas cualquier “cosita” para llevarles a sus hijos.
Pero si el drama alimentario es tétrico, ni hablar del drama sanitario. La crisis es aterradora en toda la extensión de la palabra. Enfermarse es casi estar condenado a muerte. Basta darse un paseíto por Twitter para ver la cantidad de personas pidiendo y rogando por un medicamento. Curar una simple gripe es casi imposible. Pero no queda allí, en los hospitales no hay ni medicamentos ni insumos o material médico-quirúrgico, y a las clínicas también les ha tocado sus almacenes. A eso hay que sumarle la diáspora de médicos buscando un mejor futuro. El Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), concluyó en la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela 2016, que tenemos “las peores condiciones de desprotección de salud desde principios del siglo XX, con tendencia a mayor deterioro”.
La inseguridad, cuyas noticias han sido opacadas y casi olvidadas como consecuencia de las dos anteriores sigue cobrando víctimas y con mayor fuerza. Según la Observatorio de la Violencia Venezolana (OVV) en 2015 fueron asesinadas 27.875 personas, y en 2016  28.468, y se estima que 2017 el número de homicidios podría superar los 33.000.
El nivel de calidad de vida va en picada, sin frenos, en consecuencia, más de 2 millones de venezolanos han huido del país, y la cifra sigue en aumento. En su mayoría jóvenes profesionales, la generación de relevo.
Pero, no hay apuro, ¿son éstas suficientes razones para querer una solución pronta, que se encuentra en mora?, ¿realmente creen que una dictadura saldrá con votos, y peor aún, una narcodictadura? Es hora de dejar la ingenuidad a un lado.
No votaré más hasta que la República sea restaurada, con el nacimiento de un nuevo Estado, con ello me refiero a un cambio radical en las bases y principios que lo rijan. Si esto no ocurre, solo me queda, junto a mi familia, esforzarnos por unirnos a la diáspora de venezolanos regada por el mundo.