En mi reflexión anterior, ¡Los
venezolanos merecemos vivir en libertad!, anuncié mi decisión de incursionar en
la política, y conformar el Movimiento Democracia y Mercado, cuyo pensamiento
de acción será la doctrina liberal de la escuela austriaca. Sobre ello,
profundizaremos en reflexiones posteriores.
Este se convertirá en el reto más
importante de mi vida en lo académico y profesional. Aunque mi desempeño como
profesional ha sido exclusivo a las finanzas empresariales, eso no modifica el
hecho de ser economista, nunca descuidé mi profesión. Por el contrario, mi
desempeño profesional me ha ayudado a entender mejor la importancia para el
desarrollo integral del país, que tienen las libertades individuales, y que,
definitivamente, sin ellas, jamás lo logremos, y estaremos condenados a los
vaivenes de un Estado colectivista, conducido por el paternalismo y el
populismo.
La izquierda, ha combatido en
Venezuela y América Latina al liberalismo con campañas mediáticas de
satanización. Lo ha exaltado como el “coco”. Si no votas por mí, vendrá el coco
(neoliberalismo) y acabará con todo lo que te doy. Han utilizado el populismo
como herramienta para mantenerse en el poder, y en ese proceso, crearon un
Estado monstruoso, tan grande que interviene y decide en todas las fases de la
vida del individuo: en lo político, social y económico. En la práctica,
anularon toda posibilidad de desarrollo socioeconómico en lo individual. En un
país de emprendedores, esto es incongruente en sus tres acepciones: no es
conveniente, ni coherente, ni lógico; no pega pues, como se dice popularmente.
Ser político, es una decisión
difícil, sobre todo porque siempre se estará en el ojo del huracán. Como
profesión ha sido vilipendiada, muchas veces con razón, otras no. Sin embargo,
su ejercicio requiere partir de una aptitud moral sólida. Luego viene el asunto
ideológico, ¿hacia dónde voy?, ¿izquierda o derecha? En Venezuela, un
porcentaje muy elevado, por no decir todos, se decanta por la izquierda,
llámese socialismo, comunismo, socialdemocracia, socialcristianismo o progresismo.
Muy escasamente, escogen la derecha, es decir, el liberalismo en cualquiera de
sus vertientes ¿Por qué?, cualquier respuesta será especulativa, y preguntar
sería en vano.
El liberalismo parte del
principio de la verdad, fundamentado en la convicción de que, solo con la
verdad se pueden disfrutar las libertades individuales. Quizá por ello, pasamos
por arrogantes. Como expresa, Juan Carlos Cachanosky, economista argentino,
fallecido recientemente, en su artículo “Escuela Austriaca de Economía” sobre
Ludwing Von Mises:
Una de las principales características de la personalidad de Mises era
su intransigencia. Cuando por medio del rigor de la lógica llegaba a alguna
conclusión la defendía inquebrantablemente aún a costa de la impopularidad y la
soledad. Al respecto dice Hayek: "[Mises] tenía el coraje de defender sus
convicciones como pocas personas he conocido, un coraje que llegaba al extremo
de preferir volverse impopular con sus amigos y colegas. Cuando consideraba
algo como correcto perseguía su punto de vista con persistencia aunque
apareciera como ridículo, enemigo u odiado".
A eso me enfrento, y se
enfrentará quien quiera formar parte de este movimiento. Pero debemos ser
firmes en nuestros ideales, pacientes e insistentes. Pablo en su Carta a los
Romanos (4, 22) nos aconseja:
Mantén tus propias convicciones ante Dios. Dichoso aquel a quien su
conciencia no le reprocha su decisión.
El liberalismo y el cristianismo
(católico) están fuertemente vinculados, y considero, que esa relación me
permite establecer el ámbito ético y moral en el ejercicio de la política, y
por tanto, establecer los límites en mis derechos y libertades. Eso no
significa que para pertenecer al
movimiento se exigirá ser católico. Estaría en contra del principio básico de
libertad. Lo cito como algo personal.
El requisito para pertenecer al
Movimiento Democracia y Mercado, se reduce a ser liberal y demócrata, y a estar
dispuesto a difundir las ideas liberales más allá del ambiente académico.
Nuestra primera misión será educadora ¿Cuántos liberales somos?, les aseguro
que muchos, solo que no lo saben. El primer paso, será responder, SI o NO el
siguiente cuestionario:
- ¿Eres partidario de la libertad económica, es decir, que te consideras libre de elegir a qué dedicarte?;
- ¿Consideras que tus derechos terminan donde comienzan los de los demás, y viceversa?;
- ¿Consideras que el Estado debe dedicarse a sus propias actividades, como salud, educación y seguridad, y dejar las actividades manufactureras y comerciales a la iniciativa privada?;
- ¿Crees en la libertad de mantenerte informado, con veracidad e imparcialidad?;
- ¿Crees en la libertad de educar a tus hijos siguiendo tus principios éticos y morales?;
- ¿Crees que la familia es la célula fundamental de la sociedad?;
- ¿Consideras que la mejor manera de combatir la pobreza es con trabajo?;
- ¿Consideras que tienes pleno derecho de adquirir los bienes que para ti sean necesarios?;
- ¿Consideras que el Estado debe garantizar plenamente tus derechos, sin distingo de clases ni posición social?;
- ¿Crees que tienes derecho a incrementar, de manera lícita, tu riqueza?;
- ¿Consideras que la propiedad privada es un derecho fundamental?;
- ¿Crees en la igualdad ante la ley?
Si tus respuestas afirmativas
superan el 50%, ¡eres liberal!, así de sencillo. Ahora bien, eres libre de
elegir el aprendizaje de la doctrina liberal, si no lo deseas, igual eres
liberal. En todo caso, mi planteamiento hasta el momento es educar en el
liberalismo, y con ello, iniciar la participación política. Copia el cuestionario
y difúndelo entre familiares y amigos.
La tarea es dura, en especial,
debido al predominio casi total de la izquierda a nivel nacional en lo
político. No obstante, considero que puede lograrse cubriendo la principal
debilidad que han tenido quienes seguimos al liberalismo: difusión y captación.
La difusión requiere simplificar el lenguaje técnico-económico, y así hacerlo
accesible a todos, y por sobretodo, requiere colaboración y disposición.
El primer nivel de colaboración y
disposición, requiere del conocimiento para el diseño y preparación de los
talleres de difusión y el material de apoyo, así como participar en ellos, en
foros y conferencias; formar parte de la Dirección Nacional y/o Regional;
publicar artículos relacionados en el website del movimiento (en construcción);
participar en los talleres de difusión y captación; y contribuir con la
captación y formación de quienes participarán en el segundo nivel de
colaboración y disposición.
El segundo nivel de colaboración
y disposición, serán los Micro-Comités de Difusión y Captación, y está dirigido
a los facilitadores que dictarán los talleres de difusión y captación; deberán,
evaluar la efectividad de éstos, y si los objetivos fueron alcanzados; proponer
ideas cónsonas con el objetivo principal del movimiento; mantener contacto con
las comunidades; participar en otras actividades.
Por ello, inicialmente, debemos
sumar voluntades y conformar los Micro-Comités de Difusión y Captación. Su
función será captar y difundir nuestro propósito y mensaje, y así conformar la
estructura organizacional que regirá el movimiento.
El Movimiento por la Democracia y
el Mercado, no es un partido político, pero sí es político, y también, es
social y económico, es integral. Sin embargo, no descarto la posibilidad de que
así sea, solo el tiempo lo dirá. En este momento, lo más importante es sumar
voluntades.
Únete a esta propuesta, buscamos
liberales-demócratas, y promotores del libre mercado en todo el país dispuestos
a asumir este reto. Síguenos en Facebook “Movimiento Democracia y Mercado” y
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