lunes, 27 de junio de 2016

VENEZUELA, AL BORDE DEL CAOS




Según Mitchell J. Feigembaum, matemático y físico estadounidense, la teoría del caos es "el estudio del desorden, del comportamiento irregular de las cosas determinísticas, ésas que sabes cómo se comportan de un instante a otro, y sin embargo, sus movimientos se convierten en algo irregular, errático, y dan la sensación de que se producen al azar. Y en realidad, lo que ocurre es que no suceden por azar" (Tomado del artículo publicado por  Néstor Moreno Pérez, académico mexicano de la Universidad Autónoma de Chapingo, La Teoría del Caos y las Ciencias Sociales, en antroposmoderno.com). Es el estudio del desorden en el orden, lo que la convierte en un nuevo paradigma de la investigación. Esta fascinante teoría, ha sido aplicada a otras ciencias, como la astronomía, la medicina y las ciencias sociales, entre ellas la economía.
El desorden forma parte del orden establecido, y no lo notamos, hasta que se manifiesta con fuerza produciendo cambios inesperados (caos). No lo notamos, porque son tan pequeños que pasan desapercibidos, tanto así, que se multiplican y seguimos sin notarlos, hasta que sucede lo inesperado.
El incremento de la conflictividad social en Venezuela puede ser explicado por la teoría del caos, específicamente los saqueos a supermercados y transportes de carga, consumados o no.
La sociedad es un sistema dinámico, lo cual lo hace impredecible. Esa impredecibilidad, según Néstor Moreno Pérez en el artículo citado anteriormente, “surge de la crítica sensibilidad de los mismos a los valores iniciales de los parámetros  involucrados. Es decir, que para poder predecir el comportamiento de un sistema dinámico, es necesario  conocer exactamente su condición inicial, pues si partimos de dos situaciones casi iguales, infinitesimalmente diferentes, llegaremos a dos resultados diferentes, pues las pequeñas diferencias iniciales se irán amplificando”, se refiere al “efecto mariposa”. Continúa explicando que, “al referirse a los sistemas dinámicos, la teoría del caos hace alusión a sistemas que se modifican en el tiempo a partir de ciertas condiciones iniciales. Desde un punto de vista determinista, su comportamiento puede ser previsible si se conocen las condiciones iniciales del sistema, de ahí que su evolución muestre una conexión lineal entre el pasado, el presente y el futuro del mismo”.
Para entender el presente del abastecimiento de alimentos (consecuencias), es fundamental entonces conocer las condiciones iniciales que lo explican (causas), y a su vez, si analizamos esas condiciones en la actualidad, nos puede ayudar a inferir, lo que puede ocurrir en el futuro próximo.
Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), en el periodo 2011-2015, se realizaron 5203 protestas anuales en promedio, exigiendo solución al gobierno en materia laboral, vivienda, educación, seguridad (ciudadana, justicia, y cárceles), alimentos, y otros (varios derechos).

CUADRO Nº 1
 

En el año 2014, omití las protestas en rechazo al gobierno (4.883) porque distorsionan el promedio, y a pesar de las vinculaciones de origen, obedecieron al llamado de líderes políticos, mientras que, el resto de las protestas tienen su origen directo en la población.

GRAFICO Nº 1
 

Según el OVCS, en su Informe de Conflictividad Social para el año 2014, durante el año 2013, “las protestas para exigir el derecho a la alimentación fueron constantes en todo el territorio nacional”. Sin embargo, fue en el segundo semestre del año 2014, que “se incrementaron las protestas en las inmediaciones de supermercados, abastos y locales comerciales de venta de alimentos y productos de higiene personal”. En total, se registraron 481 protestas por alimentos en ese periodo, es decir, el equivalente a 2,6 protestas diarias en promedio. Este incremento obedece, esencialmente, al agravamiento de la escasez de alimentos.
En 2016, considero sólo las protestas por alimentos. El Gráfico Nº 2 muestra las protestas sucedidas desde enero hasta mayo, documentadas por el OVCS en el Informe de Conflictividad social en Venezuela en mayo de 2016. En total se han presentado 680 protestas, un promedio de 136 por mes, que comparadas con el promedio de 2014 (89) resulta un incremento de la conflictividad del 53 %. Se evidencia una escalada en las protestas, el informe citado, señala que las “protestas por alimentos aumentan 320% en comparación con mayo de 2015”, y se registran “254 saqueos o intentos en los primeros 5 meses de 2016”.
El informe alerta, “desde el OVCS reiteramos nuestra preocupación por la escalada de saqueos e intentos de saqueo en todo el país. Exigimos a las autoridades venezolanas garantizar el derecho humano a la alimentación como lo establece la CRBV. Exhortamos a las personas a exigir sus derechos de forma pacífica y en el marco de la legalidad”.

GRAFICO Nº 2
 

Las protestas no solo se han incrementado, también se han exacerbado, finalizando en intentos de saqueo o saqueo. En enero se registraron 23 eventos de este tipo, y en mayo 88.

GRAFICO Nº 3

Según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (CENDAS-FVM), el año 2012 cerró con un índice de escasez del 15,8 %. En el siguiente gráfico se observa como en enero de 2013, experimenta un crecimiento importante, alcanzando el 26,3 %, y finalizando el año con ese mismo valor. En promedio, durante el año 2013 el índice de escasez fue de 21,6 %, lo que representa un incremento de 7,4 %, es decir, la escasez se agudizo en un 52,5 % en 2013 respecto a 2012.
En enero de 2014, repunta hasta alcanzar un 29,3 %; finaliza el año con un 27,6 %, y con un promedio anual de 28,6 %, es decir, el índice de escasez se incrementó un 32,1 %.

GRAFICO Nº 4
 

En 2015, la historia no es diferente, inicia el año (enero) con un índice de escasez de 29,3 %, igual al alcanzado en enero de 2014. No obstante, cierra el año con 41,4 % y un promedio anual de 34,1 %, para un incremento del 5,5 % respecto al promedio de 2014.
Durante el año 2016, el índice de escasez del CENDAS-FVM, se mantuvo estable en 41,1 % durante enero, febrero y marzo, incrementándose en el mes de abril a 43,1 %.
Otro aspecto íntimamente relacionado con la escasez, vista como consecuencia del modelo socio-económico aplicado, es la diferencia entre los precios de mercado y los precios regulados. El CENDAS-FVM incluye en su informe este dato que reviste enorme importancia.
Si en algo tiene razón el régimen, es que la escasez es inducida, y no precisamente por “sectores de la derecha”. Es inducida por ellos mismos.
El mal llamado “bachaqueo”, es una consecuencia de 12 años de control, y el régimen sabía que eso pasaría.
Hasta junio 2015, los precios de mercado experimentaron un incremento sostenido. Es a partir de julio 2015 que comienzan a crecer de manera exponencial, saltando la diferencia entre precio de mercado y precio regulado de 605 % en junio de 2015 a 2.681,7 % en abril de 2016 (ver el Gráfico Nº 4).
Visto de otra manera, si un bien tenía un precio regulado de Bs 100,00 en  junio de 2015, su precio de mercado era de Bs 705,00, mientras que este último, en abril llegó a Bs 2.781,80. Esto nos da una idea de la locura en que se ha convertido la economía. Nótese en el Gráfico Nº 4, destaqué el mes de marzo en amarillo. Posteriormente explico por qué.


GRAFICO Nº 5
 

Es evidente que las protestas y la escasez están relacionadas. Sin embargo la diferencia entre los precios de mercado y los precios regulados también tiene un vínculo. Es notorio en marzo 2016 (por eso lo resalté). A pesar de que el índice de escasez se mantuvo en 41,4 %, se registraron tres protestas más que en febrero, quiere decir, que llegaron más productos a los consumidores y menos a los “bachaqueros”, por lo que la diferencia entre los precios regulados y los precios de mercado disminuyó. Mientras que en abril se registraron 13 protestas más que en marzo, cónsono con el incremento del índice de escasez (43,1 %) y de la diferencia entre los precios regulados y los precios de mercado (2.681,7 %).
En mayo se dispararon las protestas, 27 más que el mes de abril, y de manera alarmante lo hicieron los intentos de saqueo y saqueo, que superaron el incremento de las protestas respecto al mes anterior: 29. Infiero que el índice de escasez aumentó sensiblemente, al igual que la diferencia entre los precios regulados y los precios de mercado. Esperemos la publicación del informe.
Ya conocemos las condiciones iniciales. Los controles de precios, la destrucción del tejido empresarial privado (expropiaciones y control de cambio como arma política), y el monopolio en la distribución de alimentos, trajeron como consecuencia la aguda escasez de alimentos que padece el país. Y no se trata de ignorancia en materia económica, ni de políticas económicas erradas o ineficiencia. Se trata de la aplicación del modelo socialista establecido en el Plan de la Patria, y que debido a la muerte repentina del líder hipnotizador de masas, el régimen se vio obligado a acelerar su proceso de implantación a cualquier costo.
No puedo asegurar, si previeron la intensidad de las protestas, pero seguro si consideraron que se iban a generar. Es aquí donde juega un papel importante el factor político. La pasividad de la oposición reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha facilitado la labor del régimen. Éstos, se han desvinculado sistemáticamente de cualquier protesta, y sólo han hecho llamados para conseguir apoyo al referéndum revocatorio. Recordemos que Henrique Capriles, calificó de infiltrados a quienes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad, en aquella convocatoria donde una sola persona llegó al Consejo Nacional Electoral (CNE).
Así que, con el liderazgo político opositor neutralizado, y enfocado solo en procesos electorales, y con la Asamblea Nacional (AN) dedicada a legislar sin resultados  favorables, ya que, todo lo que salga de allí será invalidado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el régimen ha logrado atomizar las protestas, facilitando la represión, y por tanto, su disolución.
En entrevista realizada por Lorena Meléndez de RUNRUN.ES (15 de junio de 2016), a propósito de las recientes protestas y saqueos en Cumaná, el Sociólogo Roberto Briceño León del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), señala: “el saqueo no se puede ver sólo como un acto delincuencial. Los criminales se valen de la población que protesta y se molesta porque no tiene comida en su casa aun teniendo dinero en el bolsillo. Los ladrones también tienen hambre y roban al igual que lo hicieron los policías en Cumaná y como lo hizo cualquiera. Estamos en un nivel de sobrevivencia y esta es una lucha descarnada. Ese es el comportamiento del ser humano y del animal que tiene que garantizar la comida a la familia y los hijos”. Mientras que, el Sociólogo Luis Cedeño de la ONG Paz Activa, señala que, “en este caso –detalló– el fin es la comida y el medio para obtenerla es el saqueo. Si el medio no está disponible, si es inaccesible, la tensión se incrementa porque esto significa que la gente no tiene los medios para alcanzar los fines”.
Continúa Cedeño: “pero incluso quienes saquean, arrastrados o no por el comportamiento del grupo, lo hacen de una manera racional. Allí influye la postura del “homo economicus”, término con el que se designa al ser humano como elemento del proceso de la producción y el intercambio de bienes económicos.
Es en ese proceso que la racionalidad apunta no sólo hacia los bienes escasos, sino hacia aquellos que tienen más valor. Por eso, Cedeño consideró que los saqueos a tiendas que no venden productos alimenticios no pueden ser sacadas del contexto del hambre que se sufre en el país. Al final, el bien que se robe podrá ser también intercambiado por comida”.
Y remata Briceño León: “En una situación de escasez como esta, cualquier cosa tiene un valor intercambiable. Quien saquea tiene un comportamiento racional, porque actúa para conseguir comida para lograr la sobrevivencia. Lo que no es racional es el daño excesivo que se produce en ese momento”.
La relación espacio-tiempo entre protesta y protesta se reduce aceleradamente, ya no se trata de protestas atomizadas, dispersas en tiempo y espacio, crecen en todos los estados aceleradamente. En un reportaje anterior de Lorena Meléndez (12 de junio de 2016), y publicado en el mismo medio web (RUNRUN.ES), titulado “La guerra del hambre: 3 muertos y 47 saqueos por comida en 10 días”,
Los primeros 10 días de junio no dejaron una jornada libre de saqueos y conatos de saqueo de productos de la canasta básica en el país. Todo lo contrario: el seguimiento de estas acciones vandálicas señala que el fenómeno se intensifica con cada momento que pasa.
El recuento de hechos, elaborado por Runrun.es, arroja 29 saqueos consumados y 18 intentos. En total, durante los primeros 10 días de junio hubo 47 eventos violentos, lo que significa que por cada 24 horas ocurrieron, en promedio, al menos cuatro saqueos o conatos de estos”.
Esto representa más del 50 % de los intentos de saqueo y saqueos que ocurrieron en mayo, y ocurrieron en 16 estados del país.
Dado el incremento de las protestas, intentos de saqueo y saqueo, todo indica que el índice de escasez y la diferencia entre el precio regulado y el precio de mercado se han incrementado, durante los meses de mayo y junio. Esperemos el informe del CENDAS-FVM correspondiente a mayo.
La implantación de la libreta de racionamiento, por medio de los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP), agravará la situación, dado el carácter político con que el que operan. Irónicamente, la mayoría de los productos que contiene la bolsa, son producidos por empresas privadas como Alimentos Polar. A esto debemos añadir, que se ha dejado de distribuir alimentos a supermercados, abastos y bodegas, justamente para alimentar a los CLAP. Incluso, muchos han informado que no venderán más estos productos,  con lo que se deja a una enorme porción de la población sin acceso a los mismos.
En conclusión, en los días por venir arreciarán las protestas por alimentos, intentos de saqueo y saqueos, con una reducción cada vez más acentuada del espacio-tiempo entre cada evento. Quiere decir, que en cualquier momento estallarán de manera simultánea en todo el país, generándose el caos. Es de resaltar, que el pueblo no tiene que salir a la calle, ya está en la calle, está haciendo cola para comprar alimentos. Eso lo convierte en una bomba de tiempo, y la cuenta regresiva está muy cerca de llegar a cero. Esto pudiera evitarse, pero, con el régimen jugando a la anarquía y el caos desde que Chávez llegó al poder, y una oposición política (MUD) que parece poco le interesa este asunto, lo dudo  mucho. Tristemente, será un “venezolanazo”.